La fotografía artística nace de una idea. Se define el concepto, la paleta y la atmósfera, y se eligen localización, vestuario y luz para contar una historia en una sola imagen, o en una serie breve.
El resultado son piezas con intención: retratos con carácter, estética cuidada y edición con personalidad sin perder naturalidad.
Artística y sutil: color y luz coherentes, con retoque fino si es necesario, sin artificios.
No. Se define el concepto juntos a partir de referencias y objetivos.